Living in the fast lane : for aging ecology of the Antarctic fur seal (Arctocephalus gazella) at the edge of their breeding distribution
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2020
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Abstract
Estudiar la conducta de forrajeo de las especies, es crucial para entender la relación entre la
adquisición de energía de los individuos y su consecuente éxito reproductivo. En época
reproductiva, las estrategias de forrajeo en mamíferos marinos dependen principalmente de dos
factores; (1) La lactancia y los requerimientos energéticos de las crías a lo largo de la temporada
de crianza y (2) la variabilidad del ambiente en el que se desenvuelven, la que afectará la
disponibilidad y abundancia de las presas. Para lidiar con estos factores, los mamíferos marinos
modifican su conducta en múltiples escalas y/o, de ser posible, modifican sus presas objetivo.
Las consecuencias de estas modificaciones conductuales de cada individuo podrían gatillar
diferencias en la sobrevivencia de las crías lo que en el largo plazo mostrará cambios a escala
poblacional.
El lobo fino Antártico, Arctocephalus gazella es un gran modelo para estudiar ecología
conductual de forrajeo. Investigaciones previas, han cuantificado las respuestas conductuales
ante la variabilidad ambiental en múltiples y diversas colonias, permitiendo la comparación
entre colonias con diferentes características. La plasticidad conductual es la mayor ventaja que
posee la especie ante la incertidumbre que aporta el cambio climático sobre sus especies presa.
Sin embargo, no comprenderemos en su totalidad cuan plástica puede ser la especie sin estudiar
la conducta de aquellas colonias que se reproducen al borde de la distribución de la especie y
que operan ya con limitadas posibilidades para modificar su conducta. Estudiar cómo
sobrellevan los gastos energéticos propios de la crianza (i.e. lactancia) y la respuesta ante la
variabilidad ambiental adicional aportada por fenómenos oceanográficos sobre áreas ya
altamente heterogéneas, nos permitirá predecir cómo responderá la especie a la futura
intensificación de los fenómenos atmosféricos producto del cambio climático.
A través del uso de instrumentos electrónicos denominados “temperature depth recorders”
instalados en hembras de lobo fino Antártico durante tres temporadas reproductivas,
combinamos datos de conducta, estimadores de dieta, y herramientas de inteligencia artificial
para estimar las estrategias de forrajeo utilizadas al límite sur de la distribución geográfica de la
especie. Cuantificamos la conducta asociadas a factores intrínsecos de los individuos (el costo
de la lactancia) y las estrategias relacionadas al incremento en la variabilidad ambiental sobre
una colonia que ya operan en ambientes altamente heterogéneos.
En el estudio de mamíferos marinos, conocemos mucho sobre el costo metabólico de la
lactancia, pero no sabemos mucho sobre sus implicancias conductuales. En el primer capítulo,
cuantificamos simultáneamente la conducta de individuos lactantes y no lactantes mediante la
instalación, por primera vez en otáridos, de instrumentos sobre hembras sin crías. Las hembras
lactantes mostraron una reducción del tiempo en costa y en la duración de los viajes de forrajeo
además de un aumento en el tiempo invertido buceando. Estos cambios sugieren un claro
esfuerzo adicional para compensar las limitaciones asociadas a la crianza. En el segundo
capítulo, empleamos herramientas de inteligencia artificial para el reconocimiento de buceos
asociados a cada presa capturada. Esto se logró mediante la validación de un algoritmo de toma
de decisiones con información cuantitativa de la presa consumida obtenida a partir de análisis
de ácidos grasos extraídos de muestras de leche, que representan la proporción de una u otra
presa capturada en el viaje inmediatamente previo a la obtención de la muestra. Con esto,
calculamos la proporción de tiempo invertido buceando y la frecuencia de buceos asociadas a
la capturar de una u otra presa en cada viaje de alimentación. El modelo predice la presa
capturada con un 76.2% de precisión y, junto a esto, se describió, por primera vez, la manera en
la que las hembras lactantes bucean para adquirir krill o peces.
Finalmente, el capítulo tres determina las estrategias de forrajeo utilizadas por las hembras de
esta colonia y las diferencias en la conducta de forrajeo de los animales entre las temporadas.
Esto se realizó mediante dos estimadores de dieta (análisis fecales y ácidos grasos), evaluación
de la conducta espacial, y la implementación de la herramienta predictiva diseñada en el capítulo
dos sobre el set de datos completo. Contrario a la temporada 2015/16, las temporadas 2014/15
y 2016/17, presentaron anomalías en la disponibilidad de la presa que repercutieron en la
conducta de los animales. 2014/15 se caracterizó por un inusual inicio de temporada muy frío
en la costa, y la temporada 2016/17, fue influenciada por un evento extremo de El Niño
Oscilación del Sur repercutiendo en las condiciones de hielo de invierno producto de un fuerte
Modo Anular del Sur, influyendo sobre las condiciones de la presa durante el invierno y,
consecuentemente, el estado de la presa en el verano austral 2016/17. Además, ambas
temporadas, 2014/15 y 2015/16, registraron una significativa reducción de la densidad de krill
comparado con 2015/16. En las temporadas de baja disponibilidad de krill (2014/15, 2016/17), observamos como las conductas obedecen a las fluctuaciones de esta presa, cambiando a un
mayor consumo de peces respecto al 2015/16. Esto se observó en 1.- un mayor porcentaje de
ácidos grasos asociados a peces en las temporadas adversas y, 2.- Un mayor uso de estrategias
que tendían a la captura de peces sobre krill en 2014/15 y 2016/17. Esto incluso se observó, en
etapas de la temporada donde, según la literatura, la dieta se compone casi exclusivamente de
krill. No se observaron cambios en las conductas de buceo entre las diferentes temporadas,
presumiblemente por las limitantes energéticas asociadas a la crianza y la lactancia en ambientes
extremos, siendo el cambio en la elección de presa la única alternativa para lidiar con la
variabilidad adicional provocada por estos eventos atmosféricos sobre un ambiente ya altamente
heterogéneo.
La tasa metabólica de campo de esta colonia es similar a la de hembras reproductivas en otras
localidades pero que se encuentran bajo altos niveles de estrés debido a la disponibilidad y
distribución de la presa. Al muestrear individuos no lactantes, hemos establecido que el límite
sur de la distribución reproductiva de la especie no está dado por el medio en el que se
desenvuelven, sino por las restricciones inherentes a la lactancia. Las colonias reproductivas de
borde aún pueden responder ante estrés adicional impuesto por eventos atmosféricos y por esto,
la especie podría estar preparadas para enfrentar la incertidumbre del cambio climático en
localidades más al norte. Sin embargo, estudios ya sugieren complejos escenarios futuros para
ambos grupos taxonómicos que constituyen las presas más importantes de esta colonia (krill y
mictófidos), y que podrían reforzar el papel de una regulación “bottom-up” sobre la especie.
Esto resalta la sensibilidad con la que deben operar las hembras al límite sur de su distribución
geográfica reproductiva y lo limitadas que están de modificar su conducta ante cambios en la
disponibilidad de presa. Por esto, la continuidad de los monitoreos de estas colonias, y la
inclusión de aproximaciones de genética del paisaje, podrían entregar información invaluable
para comprender el potencial de respuesta que este y otros depredadores tendrán frente al
incierto futuro de la región.
Description
Tesis (Doctor en Ciencias Biológicas mención Ecología)--Pontificia Universidad Católica de Chile, 2020