Esta tesis plantea como la reestructuración económica ha afectado a varones y a mujeres de forma bastante diferente. Los elementos determinantes de la progresiva inserción de la mujer en el mercado de trabajo no se pueden abstraer de la dinámica de los fenómenos de globalización o mundialización. El predominio de las redes de intercambios a escala mundial de la producción y el consumo, de los flujos de capital, de las mercancías, de la cultura y las desigualdades y, por consiguiente, de la fuerza de trabajo, van configurando desde hace tres décadas una problemática compleja, en la cual la “feminización del trabajo” es uno de sus aspectos. La división sexual del trabajo hace referencia al reparto social de tareas o actividades según el sistema sexo género, aunque varía según las sociedades y las épocas históricas. El reparto de “actividades” no sería tan significativo si no fuera sistemáticamente acompañado de una valoración diferencial, esto es, jerarquizada, y si no tuviera fuertes y claras repercusiones en las condiciones de vida (Gómez Bueno, 2001:5). Los estudios de “mujeres” han demostrado con claridad que la jerarquización ocupacional no es aleatoria ni inocente (el ocupado estable forma parte de una categoría social superior a la del resto de la población activa). La prueba más evidente es que en todos los países europeos son los varones (adultos) quienes preferentemente tienen un empleo estable y a tiempo completo, mientras que las mujeres se ven asignadas mucho más que los primeros a categorías de empleo de nivel inferior. Esto queda registrado en la evolución de las tasas de participación económica de unos y otros y en los cambiantes esquemas de empleo en sectores y profesiones según sexo, además de los cambios en los salarios relativos. La incorporación a los mercados de trabajo en forma sostenida de las mujeres y su importante participación en el proceso de industrialización apoyando de manera decisiva el desarrollo de los servicios y el comercio en las últimas décadas, a pesar de ello, las mujeres siguen en una posición de subordinación. Este fenómeno se puede apreciar, según diversos estudios, en la distribución de los salarios a lo largo de los diferentes puestos de trabajo y las diferentes profesiones, en sus ingresos, su vulnerabilidad durante las recurrentes crisis económicas y su desproporcionada responsabilidad ante el cuidado de la familia y los deberes domésticos. Por esto es que el aporte de la perspectiva del género en el planeamiento y las políticas urbanas en general tiene una importancia relevante, sobre todo al realizar una mirada territorial y espacial del tema.
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Autor | Yañez Warner, Gloria |
Profesor guía | Rebolledo, Loreto Mattos, Carlos A. de |
Otro autor | Pontificia Universidad Católica de Chile. Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales |
Título | Transformaciones socio-territoriales en el Área Metropolitana de Santiago : el aumento de la feminización de la fuerza de trabajo |
Fecha de publicación | 2007 |
Nota | Tesis (Magíster en Desarrollo Urbano)--Pontificia Universidad Católica de Chile, 2007 |
Resumen | Esta tesis plantea como la reestructuración económica ha afectado a varones y a mujeres de forma bastante diferente. Los elementos determinantes de la progresiva inserción de la mujer en el mercado de trabajo no se pueden abstraer de la dinámica de los fenómenos de globalización o mundialización. El predominio de las redes de intercambios a escala mundial de la producción y el consumo, de los flujos de capital, de las mercancías, de la cultura y las desigualdades y, por consiguiente, de la fuerza de trabajo, van configurando desde hace tres décadas una problemática compleja, en la cual la “feminización del trabajo” es uno de sus aspectos. La división sexual del trabajo hace referencia al reparto social de tareas o actividades según el sistema sexo género, aunque varía según las sociedades y las épocas históricas. El reparto de “actividades” no sería tan significativo si no fuera sistemáticamente acompañado de una valoración diferencial, esto es, jerarquizada, y si no tuviera fuertes y claras repercusiones en las condiciones de vida (Gómez Bueno, 2001:5). Los estudios de “mujeres” han demostrado con claridad que la jerarquización ocupacional no es aleatoria ni inocente (el ocupado estable forma parte de una categoría social superior a la del resto de la población activa). La prueba más evidente es que en todos los países europeos son los varones (adultos) quienes preferentemente tienen un empleo estable y a tiempo completo, mientras que las mujeres se ven asignadas mucho más que los primeros a categorías de empleo de nivel inferior. Esto queda registrado en la evolución de las tasas de participación económica de unos y otros y en los cambiantes esquemas de empleo en sectores y profesiones según sexo, además de los cambios en los salarios relativos. La incorporación a los mercados de trabajo en forma sostenida de las mujeres y su importante participación en el proceso de industrialización apoyando de manera decisiva el desarrollo de los servicios y el comercio en las últimas décadas, a pesar de ello, las mujeres siguen en una posición de subordinación. Este fenómeno se puede apreciar, según diversos estudios, en la distribución de los salarios a lo largo de los diferentes puestos de trabajo y las diferentes profesiones, en sus ingresos, su vulnerabilidad durante las recurrentes crisis económicas y su desproporcionada responsabilidad ante el cuidado de la familia y los deberes domésticos. Por esto es que el aporte de la perspectiva del género en el planeamiento y las políticas urbanas en general tiene una importancia relevante, sobre todo al realizar una mirada territorial y espacial del tema. |
Derechos | acceso abierto |
DOI | 10.7764/tesisUC/EUR/64509 |
Enlace | |
Materia | Desarrollo urbano - Aspectos sociales - Chile - Santiago Mujeres - Empleos - Chile - Área Metropolitana de Santiago - Estudio de casos |
Paginación | 126 páginas |
Temática | Ciencias sociales |
Tipo de documento | tesis de maestría |