Una visión del hombre y del universo desde la perspectiva de la causa final, según la Suma teológica y la Suma contra gentiles de santo Tomás de Aquino

Loading...
Thumbnail Image
Date
2019
Journal Title
Journal ISSN
Volume Title
Publisher
Abstract
La mayoría de los estudios antropológicos toman como punto de partida al hombre y a sus facultades, y de este análisis hacen algunas observaciones sobre su conducta o su modo de vida según sea el caso. Sin embargo, en esta tesis pretendemos proponer una variación de perspectiva, y aventurarnos a mirar tanto al universo como al hombre desde la causa final. Esto supone tratar de entender por qué el autor de todo creó el universo y a sus integrantes de este modo. Durante la investigación mostraremos que según los textos de Santo Tomás que se fundamentan en la tradición católica, Dios crea para manifestarse y comunicar su bondad. El modo en que lo hace se fundamenta en que Dios crea a su semejanza, por lo que transmite algunos de sus atributos a sus criaturas. Sin embargo, hay que considerar que Dios es el ser imparticipado y perfecto, del que todos los entes creados participan en grados distintos, pero siempre manteniendo una distancia infinita. Los atributos a los que nos referimos aquí son aquellos que se identifican con el ser, por lo que Dios los comunica a los entes que crea en el mismo acto de la creación. Cuando esto ocurre, también en un sentido analógico, puede decirse que hay un vestigio de Dios en su obra, o mejor, una semejanza suya. Esta huella de Dios en su obra, le permite a un observador inteligente, un cierto conocimiento de Dios, por medio de la deducción de algunas de sus características al indagar sobre la causa primera de aquello que observa. Si la manifestación de la divinidad es más indirecta, como en el caso de los animales y las plantas, hablamos de vestigio, pero si se trata de una representación más específica, como en el caso del hombre que es persona igual que Dios, utilizamos el vocablo imagen. Finalmente, nos preguntamos por qué Santo Tomás sostiene que el hombre es una imagen más perfecta de Dios que todo el universo. Se trata de un ser espiritual encarnado en un cuerpo. Por este motivo, se dice que el ser humano es un microcosmos, ya que tiene algo de común con el universo corpóreo, y otro aspecto en común con los ángeles al ser espiritual. El cuerpo del hombre es un vestigio del Creador, en cambio, su alma es imagen suya. Esto es así, porque se trata de un ser personal, que es capaz de conocer por medio de conceptos, de expresar lo que ha entendido y de amar aquello que conoce. Estas facultades lo hacen ser espiritual, y, además, gracias a la inmaterialidad de su alma, puede conocerse a sí mismo, a Dios y a todos los entes que lo rodean.
Description
Tesis (Doctor en Filosofía Clásica)--Pontificia Universidad Católica de Chile, 2019
Keywords
Citation